
A veces veo una piedra y no puedo evitar pensar en lo magnifica que es. Todos creen que son insignificantes, irrelevantes, pero yo no lo creo así. Tengo muchas piedras en mi pieza, cada una igual a la otra. Todos los días dedico una o dos horas a admirarlas, y otras dos a hablar con ellas o pensar en voz alta. Se que piensan que estoy loco...pero no saben lo que se pierden. Su perfección es tan grande, reflejan un modelo de vida tan excitante.
Es cosa de imaginárselo...visualizarlo. Cada piedra es tan solo una pequeña unidad de una gran masa, la tierra. No pueden hablar, es cierto, pero pueden estar. Son seres inmortales, eternos, infinitos. Si se rompen, no importa, salen dos iguales, si se rompen esos, salen aun mas. Uno ya no es uno mismo, uno pasa a ser la unión, el órgano. Por eso mismo son tan especiales, no pueden morir pues son la tierra, la tierra nunca muere, la tierra es inmortal.
La gente no puede ver esto, prefiere la identidad. Prefieren ser únicos y especiales y morir así en vez de gozar de vitalidad. Cuando adquiera el poder verán a lo que me refiero, los haré mis esclavos y seré muy severo. Pero eso no les molestara, serán fanáticos y lo entenderán... serán inmortales, serán mis seres infernales. Estarán acá al lado mio, como mis pequeñas piedras están...no podrán agradecermelo, no, no podrán. Pero en el fondo de su alma, que agradecidos estarán. Ya lo verán...ya lo verán...
1 comentario:
que susto Lal, pero en cierta forma tienes razon con eso de las piedras... mas que nada aspiran a reverencia, a algo superior e intocable, basta ver con los monolitos de piedras que los japoneses instalan en sus patios y poco menos que veneran... tienen algun poder en ellas...
y lo ultimo que escribiste nose que mucha relacion tenia con lo de las piedras pero me suena algo asi comoe l gran hermano... saludos Lal!
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