domingo, 3 de junio de 2007

Ciego...?


Siempre me he considerado una persona curiosa. Desde chico revisaba las cosas de la gente, miraba, siempre con ojos agigantados, todo lo que tenía en frente. Las imágenes corrían por mi conciencia y me hacían bañarme en una dulce sensación olor lavanda. Sin embargo, cuando crecí, me di cuenta de que había algo que nunca había podido hacer, saber que es lo que piensa la demás gente.
Traté y traté, ocupe diez mil formulas, pero nunca lo logré. La frustración me invadió...quise dejar de ver...dejar de existir. De que me servía esta curiosidad, si no la podía saciar. Entonces empecé a pensar...¿Desde cuando me gustaba observar? Una sonrisa se alzo en mi rostro, mi pupila brilló con un toque de gozo.
Una infinitud de pensamientos se infiltraron en mi conciencia, autos, juguetes, pelotas, notas, pololas...ahhh...más no era necesario...mi curiosidad se había saciado...sin notarlo, sabía lo que pensaban infinitas personas. El ojo, herramienta ineficaz, solo nos deja ver bosquejos de entes de dudosa identidad. Memorias, dulces memorias...imágenes de personas, distintos narradores, infinitos observadores.

No hay comentarios: